La estandarización de los procesos industriales consiste en establecer normas, procedimientos y métodos uniformes para la ejecución de las tareas y operaciones. El objetivo principal de la estandarización es garantizar una ejecución coherente y eficaz de las actividades, reduciendo las variaciones y las desviaciones que pueden generar ineficiencias, errores o pérdidas de calidad.
Sin embargo, en la práctica puede resultar difícil garantizar el cumplimiento de todos los procesos y protocolos establecidos. Algunas instrucciones pueden ser susceptibles de interpretación, alguna documentación difícil de actualizar... y esto puede dar lugar a errores.
La digitalización ofrece a las empresas la oportunidad de estandarizar y actualizar fácilmente sus procesos y procedimientos, para una mayor eficiencia. Descubra cómo en este artículo.
La digitalización de las instrucciones permite centralizar y normalizar la gestión de la información de los procesos en toda la organización. Los sistemas de gestión del conocimiento y las plataformas colaborativas facilitan compartir y actualizar los procesos y la información pertinente en tiempo real, garantizando la coherencia y la precisión.
Esto permite una toma de decisiones más informada y una mejor visibilidad de todas las operaciones, fomentando una gestión proactiva de los procesos.
Al estandarizar los procesos, la digitalización contribuye a mejorar la calidad de los productos y servicios, al tiempo que garantiza el cumplimiento de las normas y reglamentos vigentes.
La digitalización de los procesos internos también permite crear itinerarios de formación más atractivos que incorporan vídeos (que permiten comprender mejor un gesto) o cuestionarios para controlar y garantizar que un empleado ha asimilado una habilidad.
Permitir que cada empleado acceda a cursos de formación en línea y a documentación sobre procedimientos, desde cualquier lugar y en cualquier momento, les permite ser autónomos en su formación.
Esto libera tiempo a los expertos de la empresa, que ya no tienen que dedicar tanto tiempo a formar a cada empleado individualmente sobre los procesos estándar.
Aunque la normalización de los procesos es sinónimo de coherencia y fiabilidad, no debe comprometer la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios del mercado (nuevas normas / transición ecológica...).
La digitalización ofrece la posibilidad de estandarizar los procesos al tiempo que permite cierto grado de flexibilidad para responder a las cambiantes demandas de los clientes y a los cambios del entorno. Las empresas pueden ajustar rápidamente la documentación para optimizar las operaciones en función de las necesidades del momento.
En conclusión, la digitalización desempeña un papel esencial en la normalización de los procesos industriales, ofreciendo beneficios tangibles en términos de eficiencia operativa, calidad de los productos y cumplimiento de la normativa. Adoptando un enfoque estratégico de la digitalización, las empresas pueden optimizar sus operaciones y posicionarse ventajosamente en un mercado en constante evolución.
"Con Komin, hemos documentado nuestros procedimientos operativos 10 veces más rápido que con el papel"
- J. Cerruti (Responsable de Métodos e Industrialización)