La generalización del teletrabajo desde los periodos de confinamiento ha llevado a las empresas a revisar sus métodos de comunicación. Descubra cómo el teletrabajo puede ayudar a romper los silos.
Para un gran número de trabajadores, el confinamiento les ha obligado a revisar en profundidad sus métodos de trabajo y su organización personal. Para algunos, la "altura del salto" necesario para adaptarse es vertiginosa, pues implica tantos cambios en las prácticas formales e informales de su trabajo cotidiano.
No todas las organizaciones son iguales cuando se trata de confinamiento. Los empleados acostumbrados al teletrabajo o al trabajo a distancia "sólo tuvieron" que generalizar una práctica ya establecida, mientras que otros tuvieron que aprender nuevas herramientas y hacer llegar urgentemente equipos a los domicilios de sus equipos, por no hablar del replanteamiento de los vínculos sociales y de gestión que son esenciales dentro de los equipos.
Hoy en día, no todos nos reunimos en la máquina de café. Y a menudo es alrededor de la máquina de café donde late el corazón de una empresa.
Estas dificultades se han impuesto y las dos primeras semanas de encierro han sido dolorosas. Quince días después de este gran salto, es hora de mirar más hacia delante y menos por el retrovisor. ¿Qué cosas positivas podrían aportar a nuestras empresas estos cambios impuestos?
En tiempos de encierro, se acabaron las preguntas imprevistas cuando levantas la vista de la pantalla a Sophie/Paul/Jess o Michel: "¿Café? Lo mismo ocurre con el director que irrumpe en la sala de reuniones: "¿Seguimos hablando de esto a las dos de la tarde?
El vínculo social no se rompe con COVID 19. Las oportunidades se crean fácilmente a través de GoogleHangout, Zoom y, por qué no, Houseparty, para temas formales (1o1 empleado/director, actualización de proyectos, etc.) y/o informales (desayuno o comida de equipo, celebración de un cumpleaños personal o profesional, etc.).
Lo que sólo era posible cara a cara, para muchas personas no acostumbradas a trabajar a distancia, se ha simplificado considerablemente gracias a la experiencia adquirida durante esta crisis.
¡Si lo hubiéramos practicado siempre! La comunicación oral informal, medio por el que comunicamos más del 80% de la información, ya no es posible en espacios reducidos. El teletrabajo impone un nuevo rigor a la comunicación individual, que es un sano contrapeso a la mayor autonomía adquirida por cada individuo como consecuencia de la distancia física con sus colegas y directivos.
Es esencial poder dar a tus equipos, compañeros y jefes una imagen clara de tu agenda de trabajo. En una situación profesional sin precedentes, en la que algunas personas podrían atascarse en una organización personal desordenada, esta práctica da a todos un sentido de la responsabilidad y permite discutir las prioridades individuales y de equipo.
Si esta práctica pudiera sobrevivir a la crisis de COVID 19, ¡nos habría tocado la lotería!
¿Es la cultura francesa la que sigue señalando demasiado con el dedo el fracaso (aunque esto sea cada vez menos cierto), o es una forma de orgullo mal entendido? Durante mucho tiempo, en Francia pedir ayuda se consideraba una muestra de debilidad.
Aunque teletrabajar eficazmente significa comunicar los objetivos y el progreso personal, también puede revelar si un empleado va por delante o por detrás en un proyecto.
Ayudarse mutuamente debería estar a la orden del día en una empresa. La situación actual podría reforzar el espíritu de equipo y la solidaridad, y los empleados mostrarían una mayor empatía hacia sus compañeros. Confinados en un piso pequeño, teletrabajando con niños a los que cuidar o confinados en casa de los suegros, todos los miembros de un equipo son generalmente conscientes de su situación, que puede ser más o menos crítica. La imposición del teletrabajo podría tener 3 consecuencias positivas en el comportamiento profesional: mayor transparencia en los objetivos y progresos individuales, mayor solidaridad y, por tanto, un clima más benévolo en el que pedir u ofrecer ayuda será más espontáneo/aceptado.
La creación de rituales formales e informales ayuda a aliviar la soledad del teletrabajador durante los periodos de confinamiento. Pero hay un tipo de contenido que no debe olvidarse: los éxitos/buenas noticias de la empresa. Si el teletrabajo es posible en la empresa, entonces el corazón de la empresa sigue latiendo (algunos no tendrán tanta suerte) y por lo tanto se esperarán buenas y no tan buenas noticias. Mientras que las buenas noticias sobre un equipo suelen difundirse dentro del mismo, el hermetismo de los silos impide a veces que se difundan más ampliamente por toda la organización. La necesidad de transparencia en las comunicaciones corporativas en estos momentos es una oportunidad para cambiar las prácticas, tanto para celebrar las victorias como para compartir la información menos positiva.
Mientras el corazón de la empresa sigue latiendo, el día a día sigue siendo exigente, pero este periodo de encierro y el teletrabajo que impone están cambiando nuestra relación con el tiempo. En el espacio de dos semanas, las prioridades establecidas desde finales de 2019 han sido barridas por otras en aras de la supervivencia de la empresa o de la solidaridad con los equipos asistenciales, por ejemplo. Este momento extraño, como suspendido en el tiempo, es también una oportunidad para dar un paso atrás en el ajetreo diario de nuestra situación profesional "normal". Este periodo de revalorización intensa y permanente puede convertirse en una oportunidad para trabajar en proyectos sustanciales y significativos, con vistas a la vuelta a la normalidad y a la tan esperada reanudación de la actividad al final del periodo de internamiento. Para ahorrar tiempo y ser más eficaz en el futuro, puedes formalizar tus "buenas prácticas" personales o de equipo sobre temas que consideres de alto riesgo, que requieren mucho tiempo, etc.
Para empezar, por ejemplo, cree un canal en Slack sobre este tema para identificar los temas que deben formalizarse y los posibles colaboradores.
En estos tiempos complicados tanto para las empresas como para los empleados, que tienen que cambiar de paradigma, Komin ofrece su tiempo a las personas y organizaciones que deciden emprender este camino de formalización de contenidos. Nuestros temas preferidos en los que podemos ofrecerle nuestro tiempo: tele-onboarding (incorporación a distancia), formación continua yoffboarding de sus empleados. Nuestro papel será el de un coach que proporciona las herramientas y un sparring que le ayuda a priorizar los temas.
Estamos aquí para ayudarle y esperamos sus noticias.
Ánimo y ayudémonos mutuamente en este periodo, manténgase a salvo y en casa.
"Con Komin, hemos documentado nuestros procedimientos operativos 10 veces más rápido que con el papel"
- J. Cerruti (Responsable de Métodos e Industrialización)