Un colaborador pasa de media 7 horas a la semana buscando información. Descubra otros costes ocultos de la cultura de la comunicación oral en su empresa.

Un empleado dedica una media de 7 horas semanales a buscar la información que necesita para realizar su trabajo. Eso supone casi una jornada laboral entera a la semana dedicada a buscar información, a menudo como consecuencia de una transmisión oral ineficaz de conocimientos y competencias.
Un estudio de McKinsey también revela una solución a la cultura oral: el uso de una herramienta de transmisión de conocimientos, que puede mejorar la productividad de los empleados hasta en un 35% .
Entonces, ¿cuál es el coste oculto de esta cultura oral para su empresa? ¿Cómo pueden la digitalización de los procesos y una mejor gestión de las competencias ayudar a reducir este coste y aumentar la productividad? Eso es lo que vamos a explorar en este artículo.
Un rápido recordatorio de 2 conceptos:
Centralizar la información y hacerla fácilmente accesible permite luchar contra la cultura oral.
Por ejemplo, con una herramienta como Komin.io, los empleados pueden crear "Playbooks" que documenten los procesos y conocimientos de la empresa. Todos los empleados interesados pueden acceder a estos playbooks, lo que facilita la búsqueda de información y reduce el tiempo dedicado a buscar información sobre el mismo tema.
Después de utilizar nuestra calculadora de ROI, debería tener una idea más clara del coste que supone para su empresa la cultura oral. La cantidad de tiempo que se dedica a buscar información en una empresa puede ser astronómica.
Aunque no siempre es fácil cuantificar el ROI de herramientas como Komin.io, es fácil ver un impacto positivo en la productividad. De hecho, varios estudios han demostrado que, al facilitar la transmisión de conocimientos y reducir el tiempo dedicado a buscar información, la productividad de tus empleados puede aumentar entre un 20 y un 35 %.
Factores a tener en cuenta para estimar el coste de la cultura oral en su empresa :
La cultura oral, aunque natural y a menudo apreciada por su espontaneidad y humanidad, puede representar un importante coste económico para las empresas. El tiempo dedicado a buscar información, repetir las mismas instrucciones o reformular los mismos conceptos representa un coste en horas de trabajo que podrían invertirse de forma más productiva.
Además, la cultura oral también puede provocar una pérdida de conocimientos. La información transmitida oralmente no siempre se recuerda bien y puede olvidarse o malinterpretarse. Sin un sistema eficaz para documentar y compartir los conocimientos, las empresas corren el riesgo de perder parte de su capital intelectual, que en este caso puede ser inestimable.
Por eso es vital que las empresas sean conscientes de estos costes ocultos y pongan en marcha soluciones para afrontarlos.
En última instancia, transformar la cultura oral no es sólo una cuestión económica, sino también de conocimientos técnicos y competitividad. Invirtiendo en la digitalización de los procesos y la gestión del conocimiento, las empresas no solo pueden reducir sus costes, sino también mejorar su rendimiento y su capacidad de innovación.
"Con Komin, hemos documentado nuestros procedimientos operativos 10 veces más rápido que con el papel"
- J. Cerruti (Responsable de Métodos e Industrialización)
