Los colaboradores tienen una tendencia natural a intercambiar consejos y formarse entre ellos. Sin embargo, (en particular, con el auge del teletrabajo), estas interacciones informales son cada vez menos frecuentes dentro de los equipos. Las prácticas de transferencia de competencias necesitan, ahora más que nunca, el impulso de la dirección para estar más supervisadas y fomentadas.
Fomentar y supervisar la transferencia de competencias favorece un entorno de trabajo colaborativo en el que los empleados aprovechan las competencias y la experiencia de los demás para resolver problemas complejos e innovar .
Al permitir la difusión del conocimiento tácito y explícito, las empresas también pueden acelerar el proceso de aprendizaje, reduciendo los tiempos de formación y mejorando la eficacia operativa.
Además, compartir conocimientos refuerza la cultura organizativa al fomentar un sentimiento de confianza, pertenencia y cohesión dentro de los equipos.
Por último, ¡contribuye a retener el talento! Es más probable que los empleados permanezcan en una empresa en la que se sienten valorados y donde tienen la oportunidad de desarrollar sus capacidades y experiencia a través de un intercambio continuo de conocimientos.
En resumen, fomentar el intercambio de conocimientos es una inversión estratégica que estimula la innovación, refuerza la cultura empresarial y promueve el crecimiento a largo plazo.
El grupo de edad de 50 a 65 años representa una cuarta parte de la población activa francesa. Estos trabajadores experimentados poseen una gran cantidad de conocimientos tácitos acumulados a lo largo de los años, ya sea en técnicas empresariales, relaciones con los clientes o estrategias de resolución de problemas. Estos conocimientos suelen ser difíciles de formalizar y transmitir, por lo que el proceso de transferencia es aún más crucial.
Por otra parte, las nuevas generaciones suelen aportar una perspectiva fresca y conocimientos tecnológicos modernos. El éxito de su integración en la empresa depende en gran medida de su capacidad para acceder rápidamente a los conocimientos y la experiencia de las generaciones anteriores. Esto crea una sinergia en la que los viejos métodos pueden enriquecerse con nuevas perspectivas, mientras que las nuevas ideas se guían por la sabiduría acumulada.
¿Está convencido de las ventajas de inculcar una cultura de transferencia de competencias en su empresa, pero no sabe por dónde empezar? Puede estar seguro de que hay iniciativas muy sencillas que ya pueden surtir efecto. He aquí algunos enfoques que pueden ayudarle a empezar con buen pie:
La tutoría no sólo permite transmitir competencias técnicas, sino también valores organizativos y comportamientos profesionales.
En forma de documentos de formación, manuales o vídeos. Estos recursos pueden servir de referencia para los nuevos contratados y garantizar la coherencia de las prácticas dentro de la empresa.
Los proyectos interfuncionales ofrecen oportunidades naturales para que empleados de todas las edades compartan sus conocimientos y aprendan unos de otros.
Reconocer y valorar las capacidades únicas que cada generación aporta a la empresa. Incluir perspectivas diversas fomenta la innovación y la resiliencia organizativa.
Al capitalizar la experiencia de los trabajadores experimentados e integrar las competencias de las nuevas generaciones, las empresas pueden construir una cultura de intercambio de conocimientos que fomente la innovación y la resiliencia. Al invertir en estrategias eficaces de transferencia de competencias, las empresas pueden allanar el camino hacia un futuro próspero, en el que el conocimiento sea un recurso valioso que se transmita de generación en generación.
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- J. Cerruti (Responsable de Métodos e Industrialización)